Saludos a todos, hoy vamos a cambiar un poco de género ya que voy a comentar una pelicula dramatica pero con ciertos elementos fantásticos, esta pelicula como ya muchos sabreis está dirigida por uno de mis directores preferidos y no es otro que Tim Burton que ya nos dejó peliculas tan maravillosas como Eduardo Manostijeras, Ed Wood o la Novia Cadaver y esta vez sorprendentemente no está acompañado de Johnny Depp que se ha convertido en su actor fetiche sino por Ewan McGregor, Albert Finney y su mujer Helena Bonham Carter.
Junto a Johnny Depp ha realizado su última pelicula (Sweeney Todd) que promete aterrarnos y enamorarnos por partes iguales como es ya habitual en el cine tan gótico de Burton, pero centremonos en analizar esta pelicula.
Adaptación de la novela homónima de Daniel Wallace, Big Fish narra la tensa relación que se establece entre el tenaz Ed Bloom (interpretado en su juventud por Ewan McGregor y en su madurez por Albert Finney) y su taciturno hijo Will (Billy Cudrup). Ed es un fabulador nato, un hombre que siempre ha utilizado la fantasía para encandilar a todos los que le han rodeado en vida. Infatigable contador de historias inverosímiles, su capacidad imaginativa siempre ha chocado con el pragmatismo de su hijo, quien nunca ha entendido su postura y siempre lo ha visto como un ser cobarde y mentiroso además de un mal padre. A partir de esta línea argumental, Burton confecciona una inolvidable y melancólica parábola sobre la importancia de la fabulación, la manipulación del recuerdo como herramienta para poder aprehender los valores esenciales de la vida, la exploración de los límites entre la ficción y la realidad, y, sobre todo, la necesidad de utilizar la imaginación no tanto como vía de escape sino como filosofía de vida. Pero Burton no introduce estos temas de forma demagoga ni dogmática ya que, bajo las sedosas imágenes de Big Fish, se esconde una cierta ambigüedad ante lo narrado, una amargura causada por la certidumbre de que el mundo no es más que una desoladora realidad que es incapaz de hacer feliz al ser humano.
Junto a Johnny Depp ha realizado su última pelicula (Sweeney Todd) que promete aterrarnos y enamorarnos por partes iguales como es ya habitual en el cine tan gótico de Burton, pero centremonos en analizar esta pelicula.
Adaptación de la novela homónima de Daniel Wallace, Big Fish narra la tensa relación que se establece entre el tenaz Ed Bloom (interpretado en su juventud por Ewan McGregor y en su madurez por Albert Finney) y su taciturno hijo Will (Billy Cudrup). Ed es un fabulador nato, un hombre que siempre ha utilizado la fantasía para encandilar a todos los que le han rodeado en vida. Infatigable contador de historias inverosímiles, su capacidad imaginativa siempre ha chocado con el pragmatismo de su hijo, quien nunca ha entendido su postura y siempre lo ha visto como un ser cobarde y mentiroso además de un mal padre. A partir de esta línea argumental, Burton confecciona una inolvidable y melancólica parábola sobre la importancia de la fabulación, la manipulación del recuerdo como herramienta para poder aprehender los valores esenciales de la vida, la exploración de los límites entre la ficción y la realidad, y, sobre todo, la necesidad de utilizar la imaginación no tanto como vía de escape sino como filosofía de vida. Pero Burton no introduce estos temas de forma demagoga ni dogmática ya que, bajo las sedosas imágenes de Big Fish, se esconde una cierta ambigüedad ante lo narrado, una amargura causada por la certidumbre de que el mundo no es más que una desoladora realidad que es incapaz de hacer feliz al ser humano.
Big Fish seducirá a todos aquellos que busquen obras inspiradoras y atrevidas que sepan conjugar turbación y reflexión al mismo tiempo. Filmes arriesgados que entiendan el cine como un medio propicio para la magia y el encantamiento cuyo principal objetivo sea alcanzar la emoción pura mediante el artificio. En Big Fish, Burton cierra una particular trilogía que se completa con sus dos anteriores Eduardos: Eduardo Manostijeras y Ed Wood, una tríada que ha supuesto una nueva forma de ver el cine fantástico a partir de la creación de un mundo personalísimo, tierno y siniestro a la vez. En definitiva, no se la pierda, es una de las mejores películas del cine reciente, pese a quien le pese.
SaLuDoS y Hasta Pronto.
SaLuDoS y Hasta Pronto.
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